La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha decidido nuevamente no otorgar estímulos fiscales a la gasolina Premium y al diésel, lo que significa que los consumidores deberán afrontar el costo completo del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). En el caso de la gasolina Premium, la cuota es de 5.21 pesos por litro, mientras que para el diésel se sitúa en 6.78 pesos por litro. Esta situación se mantiene desde finales de octubre del año pasado para la gasolina Premium y desde julio de 2024 para el diésel.

Por otro lado, el gobierno federal ha decidido mantener casi sin cambios el estímulo fiscal para la gasolina Magna o regular. Para la semana del 19 al 25 de octubre, el estímulo será de 26.85 centavos por litro, lo que representa un ligero aumento de 2.59 centavos respecto a la semana anterior. Así, los automovilistas pagarán una cuota de IEPS de 5.91 pesos por litro, bajando ligeramente de los 5.93 pesos de la semana anterior.
A nivel nacional, el precio promedio de la gasolina Magna se ubicó en 24.0 pesos por litro, con un incremento de dos centavos en la última semana, según datos de la plataforma PETROIntelligence.
Recientemente, los precios internacionales del petróleo han experimentado una caída superior al 7%, en parte debido a datos que indican una desaceleración económica en China, el segundo mayor consumidor de petróleo a nivel mundial. Esta disminución en los precios del crudo podría generar una posible baja en los precios de la gasolina en México, dado que el costo del petróleo es uno de los principales factores que influyen en el precio final para los consumidores.
La política fiscal del gobierno mexicano establece que los estímulos fiscales a la gasolina se ajustan en función de la variación de los precios del petróleo. Cuando estos aumentan, se otorgan más estímulos y se cobra un IEPS más alto; en cambio, cuando los precios caen, se recorta el estímulo y se reduce el IEPS.
En este año 2024, el gobierno ha recortado significativamente los estímulos fiscales en comparación con 2022 y 2023, lo que ha llevado a un incremento del 8.60% en el precio de la gasolina, equivalente a 1.90 pesos más por litro.
Esta estrategia busca estabilizar los precios de la gasolina y prevenir un "gasolinazo", amortiguando el impacto que un aumento repentino en los precios internacionales del petróleo podría tener en el mercado mexicano.